Redactado por: IRIGOIN OBLITAS LUCIANA
Mari Sánchez Gómez, es una vendedora de queques de nacionalidad venezolana, licenciada en enfermería, trabajó 32 años y ahora se encuentra jubilada. Llegó en junio del presente año, dejando en su país a sus hijos, pero ya son adultos. Tiene gastos personales, como el de pagar su habitación. “Soy una persona mayor y no me dan empleo”, contó, y cuando va a cualquier empleo le dicen: “Quiero una persona más joven”, es por ello que decidió vender en la calle, sus quequitosa 1 nuevo sol.
Vive en la Urbanización San Luis, todos los días sale a las 9:30 de la mañana, recorre toda la Av. Huamán, luego se va por la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), continúa su recorrido por Fátima, y termina por toda la Avenida Larco. Finalmente descansa en una banca en el Parque del Paseo de Las Aguas, ubicado en el distrito de Víctor Larco. “Vengo de caminar bastante, tengo el tobillo inflamado, pero así nos ganamos el pan de cada día, honradamente y sin molestar a nadie”, precisó.
Nos comentó que hoy 13 de setiembre no le fue bien, pero que siempre está con el ánimo por delante. Por otro lado, nos habló acerca de la situación en Venezuela pues dice que existe desnutrición, hambre y miseria. “El gobierno está mal, ojalá que todos los venezolanos no vengamos para su país”, contó. “Yo tengo aquí 9000 bolívares, que me quedaron del viaje y con esto no compro 1 kilo de arroz en mi país, no puedo comprar nada, ni un pan canilla, pero aquí con
2.30 compro un kilo de arroz, está accesible”, relató. Indignada dice que en el gobierno de Venezuela existe delincuencia, corrupción, es duro y lamentable la situación que se vive en su país natal, pues la desnutrición en niños es penosa. No obstante, en el Perú, recibió apoyo por parte de los trujillanos. “Los peruanos son amables”, enfatizó.
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